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Cinéxtasis

Lo más excitante del cine

Notas

¿Qué harás cuando Dios muera? del Dir. Hugo Villaseñor Alcazar

Ximena y Güero son una pareja que decide grabar una película porno para ganar algo de dinero extra, esto provocará la deconstrucción del amor.
En la ópera prima de Hugo Villaseñor se indaga hacia la pregunta ​“¿Qué es el amor?”​, a través de sus conflictivos personajes y situaciones, nos vamos adentrando a dos distintas realidades para tratar de responder esa pregunta: la primera es presentada en un formato digital con un fondo que se va degradando por los cariños, las voces y la intimidad en forma de fragmentos atorados en el tiempo, memorias que jamás volverán. La segunda “realidad” tiene granulado en la imagen; la sensibilidad del fotograma está a punto de reventar como el amor de los personajes.
Su relación va cayendo por elementos como la falta de empleo, el egoísmo y el distanciamiento emocional por el que pasan en las mismas cuatro paredes, en otras palabras el director quiere recalcar la caída de la pasión; como cuando los problemas reales son los martillos que rompen las relaciones, que cuando la flor se marchita no hay manera de darle vida otra vez.
Dentro de su infraestructura de cine independiente cabe destacar que tiene secuencias muy bien logradas como la distorsión en la imagen, una animación que juega encima de las pieles de los personajes, el vacío emocional está presente gracias a una serie de fotografías con subtítulos en verde y rojo para definir a cada personaje. El apartado técnico es sobresaliente a comparación de la historia. Tomando elementos de la filosofía de Lars Von Trier para realizar cine con bajo presupuesto, solo por hacerlo y vivirlo. Cuando la imagen se fragmenta y el director juega con ella, se puede percibir la propuesta visual que tiene en mente. Es complicado encontrar cineastas mexicanos que se atrevan a contar con pocos recursos técnicos, en seguridad del rodaje, simplemente con el deseo de hacer cine. Hugo Villaseñor se aleja de lo común y típico para salir adelante.
El conflicto se encuentra en su protagonista (Güero) que representa lo desagradable de la masculinidad tóxica (básicamente un onvre) sus decisiones que van por encima de Ximena son desagradables, es un bueno para nada, esto hace que sea difícil encontrar un acercamiento o empatía hacia él, no tiene objetivos a alcanzar y evade todo tipo de conflicto cuando se toca el tema de emociones. Al igual que muchos, teme al futuro y se estanca en esa posición, pierde el tiempo con sus amigos para olvidarse de las preocupaciones. Prefiere decidir en otra vida ficticia dentro de un videojuego porque ahí adentro no hay consecuencias, es libre jugando. Ximena tiene un poco más de desarrollo porque comienza en un punto y terminar en el mismo, solo rompiendo y cambiando su forma de ver las cosas, Güero no cambia, sigue siendo el mismo del principio y en el final. El bucle en el que los personajes están atrapados entre los miedos hacia la independencia, tener un empleo, sufrir ansiedad hacia lo impredecible y desconocido, son temas que podemos compartir en la generación millennial, de la que es parte el director. El miedo a lo desconocido o a la vida misma está presente a cada momento y utilizamos distintas formas de evadir la realidad como estos personajes.

Están presentes las ideas sobre el sistema corrupto en el que vivimos actualmente, como la misma juventud y el futuro no tienen ninguna esperanza, el director aprovecha su estilo visual en zonas de la Ciudad de México alejadas de los típicos barrios “cinematográficos” de Coyoacán, La Roma o Polanco para darle más “fuerza” a su desarrollo; al final el guión tiene los agujeros que le hacen carecer de profundidad al ensayo sobre los miedos y las dudas de una generación millennial, pero cómo opera prima hay destellos en la propuesta visual del director, el público podrá encontrar conflicto por las decisiones técnicas y narrativas pero recordará las incomodas escenas de sexo, las animaciones y el juego de montaje entre imágenes.
La pregunta se queda sin respuesta porque quizás no exista una. El amor es crudo, es tóxico, es indefinido, es el Dios que cuando muere no sabemos qué hacer, lo mismo que les sucede a Ximena y a Güero, desconocen su futuro, desconocen qué pasará después.

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