“El exorcista: Creyentes” se mantiene fiel al estilo terrorífico de la cinta original de 1973.

Después de 50 años el tema del exorcismo sigue vigente en la mente de los creativos de Hollywood. Y en esta ocasión, le encargaron al director David Gordon Green hacer un reboot de la saga después del éxito que logró hacer con la última trilogía de “Halloween”.

Iniciando con “Creyentes”, que nos presenta a dos niñas (Lidya Jewett y Olivia Marcum) poseídas por un demonio tras una sesión espiritista en un misterioso bosque, la trama seguirá enlazada a dos largometrajes más de “El Exorcista”.

Siendo más específicos sobre esta primera entrega la historia recae mucho sobre un solo personaje: el fotógrafo Víctor Fielding interpretado por Leslie Odom quien ganó el Premio Tony por “Hamilton” y una nominación al Óscar por “Una noche en Miami. Él, desde la muerte de su esposa embarazada en un terremoto en Haití hace 12 años, ha criado a su hija Angela (Jewett) por su cuenta. Pero cuando Ángela y su amiga del colegio Katherine (Marcum) desaparecen en el bosque, solo para regresar tres días después sin recordar lo que les pasó, se desata una cadena de eventos que obligarán a Víctor a enfrentar sus propias creencias sobre Dios y el Demonio. En su desesperación, junto con los demás personajes, busca a la única persona viva que ha presenciado algo parecido antes: a la madre de la niña poseída en la trilogía original: Chris MacNeil. Para el agrado de los fans de las cintas, Ellen Burstyn retoma su papel de antaño y regresa a enfrentarse con el demonio que aterrorizó a su hija Regan interpretada por la icónica Linda Blair.

Green se aseguró que “El exorcista: Creyentes” contara con un reparto repleto de estrellas, como la ganadora de un Emmy Ann Dowd, la ganadora de un Grammy Jennifer Nettles y el ganador de dos Tony Norbert Leo Butz para mantener el sentimiento de veracidad que deseaba transmitir con la nueva historia. El guión, elaborado por Peter Sattler y el mismo Green, se basa en los personajes creados por William Peter Blatty en la novela original de El exorcista. Lo cual le da mucha coherencia al momento de pensar en hacer una nueva trilogía. 

En una master class que ofreció el mismo Green y el productor de la película, Jason Bloom, externaron que el público puede esperar un enfoque más investigado y académico para esta entrega, centrándose más en una narrativa dramática y relaciones intrincadas entre los personajes que solamente el “gore” esperado de una cinta como esta. Si bien no es una cinta de terror, entrega varios momentos inquietantes y logra establecer personajes para las futuras entregas. 

La fotografía Michael Simmonds es bastante buena y logra ambientes tensos e inquietantes en algunos momentos y la música de David Wingo hace honor al tema clásico de Tubular bells haciendo que en ningún momento la cinta sea aburrida y sacarte alguno que otro salto.

Una buena elección palomera para este mes de sustos y espantos, y realmente para que las nuevas generaciones conozcan la historia. Los fans de hueso colorado no crean salgan decepcionados y los que no vieron otras cintas la disfrutarán. Tenían una vara alta para estar a la altura de la historia de una película que revolucionó el género de terror y el panorama cultural cuando se estrenó por primera vez en diciembre de 1973.