“Post Mortem: Fotos del más allá” Nos recuerda que los secretos siempre salen a la luz.
Si son afectos a películas de suspenso o terror, les tengo muy buenas noticias, la cinta húngara “Post Mortem: Fotos del más allá” dirigida por Péter Bergendy es fantástica.
La trama se sitúa después del final de la Primera Guerra Mundial, donde Tomás (Viktor Klem), un soldado retirado, ahora es parte de una caravana de circo y fenómenos donde aprendió el oficio tomar la ultima foto de recién fallecidos junto a sus familiares como un bello recuerdo… algo que en esa época ven como hermoso y para nosotros ahora parece un poco creepy para nuestros tiempos. Una encantadora niña lo encuentra y convence de ir a su pueblo para hacer eso con los residentes locales y sus familiares muertos. Tomás acepta ir porque durante las primeras escenas de la cinta él recibe el golpe mortal de una bomba y en sus minutos muerto, vio a esa misma niña llamándolo por su nombre pero pronto se topa con una serie de incidentes espeluznantes que lo hacen creer que los fantasmas acechan en el área.
Un trabajo actoral de primera por parte de la actriz Fruzsina Hais, como la niña Anna, hace que la trama se sienta realmente intrigante. Al llegar al pueblo los ruidos nocturnos, las extrañas muertes y las figuras sombrías que empiezan a aparecer en sus fotografías le incitan a marcharse cuanto antes, sin embargo, tras experimentar los extraños fenómenos sobrenaturales decide investigar las intenciones de los fantasmas y salvar al pueblo. Con la ayuda de Anna y de los instrumentos que dispone, investigará las intenciones de los fantasmas y encontrar la forma de liberarse de ellos;
mientras tanto, los espíritus causan
mayores estragos a cada momento.
Quizá algo que los aliente a verla es que es la cinta elegida para representar a Hungría en los Oscares del próximo año. Para aquellos que disfrutan de los detalles de época, así como de los efectos prácticos de terror, hay mucho que explotar aquí, como el pueblo recreado meticulosamente y el maquillaje impresionantemente retorcido aplicado a las víctimas de los espíritus malévolos.
La fotografía nítidamente compuesta del director de fotografía András Nagy ayuda a aumentar la tensión del pueblo infestado por espíritus y los efectos especiales cumplen de poner la piel chinita a cualquiera.
Realmente una excelente opción para ver en la pantalla grande este fin de semana y soltar uno que otro grito al verla.
